miércoles, 5 de noviembre de 2008

EL BIBERÓN Y EL CHUPETE.

EL BIBERÓN Y EL CHUPETE

Actualmente está muy arraigada la costumbre de utilizar el biberón más allá del periodo aconsejado. En muchos casos los padres actúan sólo por comodidad creyendo que el niño-a "comerá más deprisa" o con la intención de "alimentarlo bien"; con todo esto siempre hay una falta de información suficiente que alerte a los padres de los riesgos “logopédicos” en que acostumbra a desembocar el mal uso del biberón y el chupete.
La edad recomendada para dejar de dar el biberón para inhibir el reflejo de succión e instaurar el de deglución, se sitúa alrededor de los ocho meses y nunca es aconsejable pasar de los doce.

¿Por qué es tan importante retirar el biberón en el momento oportuno, desde el punto de vista logopédico?

Sencillamente porque los movimientos de la lengua para succionar son sencillos, poco evolucionados y, lo que es más grave, no condiciona con su uso, los futuros movimientos articulatorios de la lengua, necesarios para hablar. La succión (chupar) consiste únicamente en mantener la lengua relajada en la base de la boca y realizar un leve movimiento antero-posterior. Es una praxis tan primaria que la puede realizar satisfactoriamente el recién nacido, inmaduro neurálgicamente. Al contrario, la deglución (comer) requiere otro tipo de praxis lingual más evolucionada, que por ella misma condiciona los movimientos futuros de la lengua para una buena producción fonética.
La utilización adecuada del biberón previene que el niño-a articule un habla totalmente deformada y no inteligible en su entorno social, ya que esto comporta problemas de comunicación, pues sólo los entiende los papas y las mamas.

¿Cómo conseguir que deje el chupete?

-Reduce los ratos que pasa con el chupete de manera que, al cabo de unos días, solo lo utilice
para dormir.
-Si se duerme con él, quítaselo suavemente para que pierda la costumbre de tenerlo toda la
noche en la boca.
-Si consigue prescindir algún ratito, celebra su éxito con extras de mimos y no te olvides de
decirle lo mayor que es.

-No le dejes el chupete a la vista.

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